Rikako Ikee, de Japón, compite en los 100 m estilos en la Copa del Mundo de la FINAen el centro de natación Tatsumi de Tokio el 9 de noviembre de 2018 en Tokio, Japón. (Imagen por Matt Roberts/Getty Images)
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El evento 'A un año para los Juegos' de Tokio 2020 estuvo marcado por el emotivo discurso de la nadadora japonesa IKEE Rikako. Tokio 2020 repasa la increíble vida de la atleta de 20 años, y su carrera deportiva hasta la fecha
Si todo hubiera ido como se esperaba, en estos momentos mañana habría tenido lugar la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en el Estadio Olímpico.
Era mi sueño formar parte de estos Juegos
Sus primeros años
IKEE Rikako estaba destinada a vivir en el agua.
Ikee, nacida en el 2000 en el distrito de Edogawa de Tokio, llegó al mundo en un nacimiento en el agua. A los tres años comenzó a nadar y con cinco ya podía nadar 50 m en cuatro estilos: libre, espaldas, mariposa y braza. En la competencia JOC Spring de natación (para el grupo de edad de 13-14 años), que tuvo lugar en marzo de 2014, Ikee ganó la medalla de oro en los eventos de 50 y 100 metros estilo libre, y consiguió el nuevo récord júnior de institutos en el recorrido corto. También ganó la presea dorada en los 50 m mariposa.
Con 16 años, Ikee debutó en los Juegos Olímpicos en Río 2016 y se clasificó para competir en siete eventos diferentes -la que más entre los nadadores japoneses-. Su mejor posición fue el quinto puesto de los 100 m mariposa.
Cuando llegó el 93º Japan Swim en 2017, Ikee ganó cinco medallas de oro; una cifra récord. Al año siguiente, rompió seis récords japoneses en cuatro eventos en el 94º Japan Swim. 2018 también vio a esta nadadora conseguir seis medallas de oro en los Juegos Asiáticos, y se convirtió así en la primera nadadora de la historia en lograr esta hazaña.
La medallista de oro Rikako Ikee, de Japón, celebra su victoria los 50 m estilo libre de los Juegos Asiáticos, el 24 de agosto de 2018, en Jakarta, Indonesia. (Imagen por Lintao Zhang/Getty Images)
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El diagnóstico
Después de unos éxitos que parecían no tener fin, la vida de Ikee cambió repentinamente.
Y tras sufrir unas extrañas pérdidas de respiración en unos entrenamientos en Australia en febrero del año pasado, se le diagnosticó leucemia.
Lo que le siguió a esto fue un año de dura batalla contra el cáncer que llevó a Ikee a su punto más bajo.
"En mi punto más bajo, quise morir. Pensaba que estaba mejor muerta si tenía que pasar por ese tipo de dolor. Pero mirando hacia atrás, me arrepiento de verdad de haber llegado a pensar esto".
"No pienso ni por un segundo que estaba bien estando enferma, pero aprendí mucho de ello. Ahora sé dónde estoy, cómo debería de vivir mi vida. Esto siempre será un momento en el que cambió mi vida".
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Mensaje Tokio 2020+1
03:00
Volver a la piscina
En marzo de 2020, Ikee Rikako finalmente volvió a la piscina.
Su primer baño en 406 días.
Entendiblemente, la atleta estaba exultante: "Finalmente tengo el permiso del médico para ir a la piscina. ¡406 días! No encuentro las palabras para describir lo feliz que estoy y lo bien que me siento. Soy una afortunada".
Ikee ya a sufrido un camino largo y difícil, pero tampoco será corto el que le lleve de vuelta a los más altos niveles de la natación mundial. Tras reajustar su meta de Tokio 2020 a París 2024, Ikee era la candidata perfecta para mandar un emotivo mensaje de esperanza a todo el mundo que está sufriendo los efectos de la pandemia de la COVID-19.
Y el mensaje fue claro: no dar la vida por sentada.
"Caminar. Conocer gente. Utilizar todo tu cuerpo para nadar en la piscina. Estos placeres simples de la vida son preciosos, pero antes de mi enfermedad los daba por hechos".
"Los otros atletas que han perdido Tokio 2020 han tenido que sentir lo mismo. El objetivo por el que estaban trabajando de repente desaparecía".
Y con solo 364 días antes de los Juegos Olímpicos, Ikee nos está animando a todos nosotros a tener esperanza en el futuro, empezando con Tokio 2020.
"Imagina el mundo en un año: un mundo donde se suba el telón para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Ahora mismo, atletas de todo el mundo están mirando hacia este futuro, están buscando sus límites. Ningún esfuerzo, por más mínimo que sea, es nunca en vano".
"La confianza que te da el deporte y las conexiones humanas que nos ayuda a hacer son realmente irreplazables".